Un imprescindible de Cantabria es sin duda Santillana del Mar, villa
con un conjunto Histórico-Artístico que parece el escenario de una película
o un parque temático, ya que ha sabido conservar todo el encanto medieval de
sus construcciones y de su entorno. Es por todo eso por lo que esta villa
cántabra se encuentra en el ranking de
"Los pueblos más bonitos de España".
(POST CON FOTOS ACTUALIZADAS EN OCTUBRE DEL 2020)
Para nuestro gusto, se merece una posición muy alta en el ranking.
Santillana es uno de esos lugares que llama la atención un día soleado
con sus calles abarrotadas y sus negocios abiertos, pero también tiene
un encanto especial y mágico cuando llueve y sus calles empedradas están
mojadas y vacías.
Santillana es pequeñito, se resume en dos calles, así que a pasear se ha dicho, eso sí, olvida los tacones y ponte un zapato cómodo ya que el suelo es empedrado. Recorre cada esquina, observa cada casa y cada plaza y no te olvides de comprar unas quesadas o unos sobaos recién hechos o alguna artesanía en una de las muchas tiendas que encontraras a tu paso.
Jean Paul Sartre, en su obra "La Nausea", reflexionando sobre lo importante que es viajar, lo catalogó como "el pueblo más bonito de España".
Qué ver en Santillana del Mar
Todo el casco histórico es peatonal, sólo entran los coches de los lugareños, lo cual le da un encanto especial. Los parkings están fuera, pero a dos minutos del centro.Santillana es pequeñito, se resume en dos calles, así que a pasear se ha dicho, eso sí, olvida los tacones y ponte un zapato cómodo ya que el suelo es empedrado. Recorre cada esquina, observa cada casa y cada plaza y no te olvides de comprar unas quesadas o unos sobaos recién hechos o alguna artesanía en una de las muchas tiendas que encontraras a tu paso.
Convento de San Ildefonso
Lo primero que nos encontramos nada más aparcar en Santillana del Mar, es el
convento de San Ildefonso. Su origen se remonta al año 1667, y a él que
acudían doncellas de familias de prestigio de los alrededores.
Presidiendo el Altar Mayor hay un gran Cristo de marfil filipino de principios del siglo XVIII. Puedes comprar en su torno exquisitos dulces realizados por las monjas dominicas que residen en su interior.
Presidiendo el Altar Mayor hay un gran Cristo de marfil filipino de principios del siglo XVIII. Puedes comprar en su torno exquisitos dulces realizados por las monjas dominicas que residen en su interior.
Convento dominico Regina Coeli
Un poquito más adelante está el Museo Diocesano, alojado en el antiguo Convento dominico Regina Coeli del siglo XVII.Su arquitectura tiene tendencias herrerianas y clasicistas, destacando el claustro, que constituye el centro del Museo. Éste es bastante variado y alberga entre otras muchas cosas, una colección de imágenes y objetos religiosos desde el siglo VI, arqueología, platería y arte colonial.
Palacio de Peredo-Barreda
Nos adentramos a Santillana por la calle Santo Domingo, el primer edificio de la izquierda es el elegante Palacio de Peredo-Barreda, conocido también como Palacio de Benemejís. Fue construido a principios del siglo XVIII por un indiano y caballero de la orden de Calatrava: D. Francisco Miguel de Peredo. Llama la atención su escudo de armas sobre el balcón del primer piso.Casa de los Villa
Un poquito más adelante a mano derecha la Casa de los Villa con escudos de armas de las familias Cos, Bracho y Bustamante. Su construcción del siglo XVI ha pasado por varias reformas, la más importante es la de la fachada principal, que se hizo en el siglo XVIII.Ahora nos topamos en el centro de la calle con un precioso edificio con balcones y que en primavera rebosa de flores, este divide la calle por la que venimos en dos. La situada a la izquierda es la Calle Juan Infante que nos conduce a la plaza Mayor de Santillana y la de la derecha nos conduce a la Colegiata. Esta es por la que vamos a ir en primer lugar, se llama Calle Cantón.
Torre de los Velarde
Por la calle Cantón de Santillana del Mar y a mano izquierda, podemos ver el patio trasero del Parador Gil Blas y en seguida descubrimos la Torre de los Velarde, una casa-torre gótica construida por García de Velarde a mediados del siglo XV.Casa Valdivieso
A la izquierda se encuentra la Casa Valdivieso, haciendo esquina con el callejón de las Lindas. Construido en la primera mitad del siglo XVIII. En la fachada principal hay cuatro balcones de piedra con barandillas de forja y puertas adinteladas y en la esquina el escudo de armas. En ella se encuentra en la actualidad el Hotel Altamira.Casa Leonor de la Vega
Continuamos y entre restaurantes y tiendas de artesanía, nos encontramos la Casa Leonor de la Vega, madre del Marqués de Santillana, en el piso de arriba hay tres escudos góticos. Hoy en día hay un hotel de 5 estrellas: la Casa del Marqués.Casa de los Hombrones
Pegada a esta se encuentra la Casa de los Hombrones, es fácil averiguar el porqué de su nombre, ya que en el piso superior destaca sobre la piedra de sillería, un escudo con la figura de dos grandes soldados.
En la mayoría de los restaurantes se come bien, la proximidad del mar y de la
montaña hace que la gastronomía del lugar sea excepcional, si te apetece algo
típico, no dejes de probar
el cocido montañés o la ternera de la zona.
Museo de la Tortura
Llegamos ahora al Museo de la Tortura de Santillana del Mar, he de confesar que no lo he
visitado nunca y mira que he estado veces en Santillana. Me parece
interesante, pero a la vez, no sé yo...
En él explican y muestran los métodos de tortura usados durante la inquisición. Los objetos son originales y todos fueron empleados, los hay desde el siglo XIV hasta finales del XIX, cuando el Tribunal del Santo Oficio, pretendía conseguir un cristianismo puro.
En él explican y muestran los métodos de tortura usados durante la inquisición. Los objetos son originales y todos fueron empleados, los hay desde el siglo XIV hasta finales del XIX, cuando el Tribunal del Santo Oficio, pretendía conseguir un cristianismo puro.
A partir de este punto la calle se ensancha un poco y la
Calle Cantón pasa a llamarse Calle del Río, el nombre no es
casual, ya que aquí hay un pequeño río que proporciona agua al
lavadero abrevadero que se encuentra en el centro.
Seguramente este es uno de los puntos más fotografiados de Santillana del Mar, ya que la imagen con la colegiata tras él es la más bonita.
Casa Quevedo y Casa Cossio
A la derecha vemos la Casa Quevedo y Casa Cossio que, aunque sean dos casas, hoy en día están unidas. Uno de los arcos de la planta baja sirve curiosamente de desagüe al lavadero y al río. Destaca el balcón de hierro con el maravilloso escudo de armas de los Cossío con leones rampantes.Aquí hay una tienda de sobaos, bizcochos quesadas y quesos con mucha fama (merecida) tanto en Santillana como en toda Cantabria, y con mucha historia. Es muy típico tomarse un buen trozo de bizcocho con un gran vaso de leche de "la de verdad". Me trae bonitos recuerdos de cuando era pequeña. Es una pena que esté cerrada, no ha empezado la temporada alta y al ser un día de diario la mitad de los locales no están abiertos.
Museo fundación Jesús Otero
Llegamos ahora a la casa en la que se ubica el
Museo fundación Jesús Otero que recibe el nombre del
artista nacido en Santillana del Mar en 1908, y que poco antes de
morir donó su obra a la Villa, creándose el museo en 1994. Además de poder
verse gran parte de sus obras, hay también exposiciones temporales con el
objetivo de dar a conocer a nuevos artistas.
Origen de Santillana del Mar
Hay un dicho popular que dice que
"No es Santa, ni Llana, ni tiene Mar", Y entonces, ¿a qué se
debe su nombre?
Alfonso III, rey de Asturias, mandó construir la ermita bajo la
advocación de la Santa Juliana de Nicomedia y así poder custodiar y
venerar sus reliquias. Ésta fue traída por unos monjes peregrinos
desde Asia Menor. A su alrededor se desarrolló la villa.
Del nombre de la Santa, procede Santillana ya que viene de la
contracción de Sancta Iuliana venida del mar, que derivó en Santillana
del Mar.
Colegiata de Santa Juliana
Y llegamos a la Colegiata de Santa Juliana de Nicomedia, en este
lugar hubo un monasterio al que los monjes trajeron las reliquias de
Santa Juliana.
La construcción actual está compuesta por la iglesia románica de las primeras décadas del siglo XII en cuya fachada sur (la que vemos desde el lavadero). Destaca la portada con arquivoltas de medio punto sin decoración y columnas con capiteles con leones y basiliscos.
En el friso superior vemos esculturas de apóstoles, obispos, Adán y Eva en el Pecado Original y en el centro nos llama la atención el Pantocrátor bendiciendo y portando el Libro de la Vida con la otra mano, dentro de una mandorla sujetada por cuatro ángeles en una posición un tanto extraña.
La construcción actual está compuesta por la iglesia románica de las primeras décadas del siglo XII en cuya fachada sur (la que vemos desde el lavadero). Destaca la portada con arquivoltas de medio punto sin decoración y columnas con capiteles con leones y basiliscos.
En el friso superior vemos esculturas de apóstoles, obispos, Adán y Eva en el Pecado Original y en el centro nos llama la atención el Pantocrátor bendiciendo y portando el Libro de la Vida con la otra mano, dentro de una mandorla sujetada por cuatro ángeles en una posición un tanto extraña.
Sobre el conjunto, una figura de Santa Juliana en una hornacina. Por detrás observamos una larga galería con 15 arcos que aligera la fachada y hacia la cabecera una bonita torre cilíndrica con una ventana geminada en lo alto. La cubierta del cimborrio es en forma de torre cuadrada, con arquería ciega.
En el interior de la Colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar, por citar
alguna de sus maravillas, podemos ver, el
sepulcro de Santa Juliana, el retablo del Altar Mayor
en el que hay que destacar las tablas hispano-flamencas del siglo
XVI con la vida de Cristo y de Santa Juliana. El coro el órgano
barroco, y la capilla bautismal con la pila románica y un
Pantocrátor de en torno al año 1200.
El claustro es una colección de maravillosos capiteles
románicos en el que se aprecia su evolución, hay sarcófagos y motivos
heráldicos de cleros y nobles. Se encuentra adosado a la fachada norte
de la iglesia.
Palacio de los Velarde
A la derecha de la colegiata, se encuentra la plaza de las Arenas y en ella el Palacio de los Velarde edificio renacentista de mediados del siglo XVI, con soportal, balcones, escudos y hastial escalonado con pináculos. Llama la atención, como descolocado de la obra, el antepecho de la ventana de lo que parece ser la estancia principal, con decoración plateresca y el escudo de los Velarde.
En la plaza de las Arenas junto a la Colegiata de Santa Juliana se
encuentran estas bonitas casas.
De camino a la Plaza Mayor de Santillana del Mar, subiremos por esta cuesta,
uno de nuestros rincones favoritos (y más tranquilos de la villa).
Plaza Mayor
Rodeamos la colegiata pasando tras el claustro y nos dirigimos hacia la
antigua plaza del Mercado, hoy conocida como la Plaza Mayor.
En la plaza Mayor de Santillana del Mar, podemos ver la Torre del Merino de estilo gótico y carácter militar. Aquí tenía su sede y vivía "el merino" o representante del rey. Allá por el año 1209, Santillana del Mar era la capital de Asturias de Santillana, una comarca histórica (merindad) que abarcaría un territorio situado entre Santander y el concejo de Llanes.
En la plaza Mayor de Santillana del Mar, podemos ver la Torre del Merino de estilo gótico y carácter militar. Aquí tenía su sede y vivía "el merino" o representante del rey. Allá por el año 1209, Santillana del Mar era la capital de Asturias de Santillana, una comarca histórica (merindad) que abarcaría un territorio situado entre Santander y el concejo de Llanes.
Hay otra torre más en la plaza, la Torre de Don Borja del siglo
XV y que lleva el nombre del último dueño: D. Francisco de Borja
Barreda. Actualmente la "Fundación Santillana", que se encargó de su
restauración hace unos años, la utiliza como
centro cultural con importantes exposiciones.
El Ayuntamiento de Santillana del Mar se encuentra ubicado en un
palacio del siglo XVIII recientemente restaurado y que consta de dos
alturas, la baja con soportales y la alta con un gran balcón y el escudo
de armas de la Villa con la corona del marquesado sostenida por leones y
sirenas.
Junto al ayuntamiento está la Casa de la Parra que toma su nombre
de la planta que recorría sus paredes hasta que fue sustituida por el
entramado de madera sobre ladrillo.
También la Casa Águila, con el escudo de los Estrada o Tagle presidiendo su fachada, y con dos arcadas de medio punto en su planta baja.
Hoy en día estos dos edificios construidos entre los siglos XVI y XVII se encuentran unidos y aquí el Gobierno de Cantabria celebra exposiciones temporales. Frente a ellos hay una preciosa escultura de un bisonte, esculpido por el escultor Jesús Otero.
También la Casa Águila, con el escudo de los Estrada o Tagle presidiendo su fachada, y con dos arcadas de medio punto en su planta baja.
Hoy en día estos dos edificios construidos entre los siglos XVI y XVII se encuentran unidos y aquí el Gobierno de Cantabria celebra exposiciones temporales. Frente a ellos hay una preciosa escultura de un bisonte, esculpido por el escultor Jesús Otero.
Solo queda por comentar el edificio en el que se encuentra el
Parador Gil Blas, es La Casa Barreda Bracho, edificio
barroco de finales del siglo XVII. En su fachada principal, vemos el
escudo de armas de la familia.
El nombre del parador se debe a la novela picaresca francesa titulada La Historia de Gil Blas de Santillana de Alain-René Lesage de principios del siglo XVIII, en la que se cuentan las andanzas de Gil Blas nacido en la Villa de Santillana del Mar.
El nombre del parador se debe a la novela picaresca francesa titulada La Historia de Gil Blas de Santillana de Alain-René Lesage de principios del siglo XVIII, en la que se cuentan las andanzas de Gil Blas nacido en la Villa de Santillana del Mar.
Y aquí se acaba nuestro recorrido, regresamos por la calle Juan
Infante al punto en donde tomamos el cruce de caminos al principio de
la visita y regresamos por la Calle Santo Domingo al parking en donde
tenemos aparcado el coche.
¿Dónde comer?
Comimos un menú del día en Casa Miguel (casa de los Hombrones, junto
al museo de Tortura) tenía seis primeros y seis segundos platos para
elegir, muy ricos. Su comida es cántabra y asturiana.
Plano de Santillana del Mar
Este plano tan bonito es de: www.turismodecantabria.com:
Dónde ir cerca de Santillana del Mar
Cueva de Altamira
Una visita obligada cerca de Santillana del Mar es la Cueva de Altamira
que además se encuentra a tan solo dos kilómetros de la villa.
Una de las más extraordinarias creaciones artísticas de la
Humanidad.
La Cueva de Altamira se trata de una cueva en donde en época paleolítica se desarrollaba la vida cotidiana de cazadores recolectores. Debido a un desprendimiento, la entrada permaneció sepultada durante 13.000 años, y Marcelino Sanz de Sautuola, la descubrió en 1879.
Hasta 1902 las pinturas encontradas no se aceptaron como originales. Bisontes, caballos, ciervos, manos y signos permanecen pintados y grabados hace entre 35.000 y 13.000 años, a lo largo de casi 300 metros.
La Cueva de Altamira se trata de una cueva en donde en época paleolítica se desarrollaba la vida cotidiana de cazadores recolectores. Debido a un desprendimiento, la entrada permaneció sepultada durante 13.000 años, y Marcelino Sanz de Sautuola, la descubrió en 1879.
Hasta 1902 las pinturas encontradas no se aceptaron como originales. Bisontes, caballos, ciervos, manos y signos permanecen pintados y grabados hace entre 35.000 y 13.000 años, a lo largo de casi 300 metros.
Debido a la masificación de las visitas, la cueva se cerró al público
en 1979 y aunque hubo un par de reaperturas se volvieron a cerrar.
A partir de entonces se crea el
Museo Nacional y Centro de Investigación Altamira y en el año
2001 se inaugura la Neocueva, réplica exacta de la cueva original
que se puede completar con interesantes actividades programadas por el
Museo aptas para todos los públicos.
La cueva original de Altamira se ha vuelto a reabrir el 26 de marzo de
2015. Pero sólo hay una visita a la semana para cinco personas de 37
minutos de duración. La lista de espera debe de ser eterna. Aunque no es
lo mismo, la neocueva, es una copia magnífica, que merece la pena
visitar.
También puedes acercarte a ver
las playas de Suances, localidades muy bonitas y cercanas como
Comillas, San Vicente de la Barquera o
Santander, la capital de provincia.
12 Comentarios
Santillana preciosa...La conocí el verano pasado y bien merece una visita...Hay que patearla, disfrutarla y sentarse a comer rico rico en uno de sus numerosos restaurantes. Me ha encantado el post, muy pero que muy completo.Un beso
ResponderEliminarGracias Itziar, efectivamente es precioso, y que importante la comida y la bebida para conocer un lugar a fondo verdad? ;)
EliminarUn saludo
Santillana preciosa...La conocí el verano pasado y bien merece una visita...Hay que patearla, disfrutarla y sentarse a comer rico rico en uno de sus numerosos restaurantes. Me ha encantado el post, muy pero que muy completo.Un beso
ResponderEliminarHe estado dos veces en Santillana del Mar, y no te puedo dar la razón pero siempre lo he llevado en mis recuerdos de viajes, quizás por su aire medieval, tal como se han conservado sus casas y calles.
ResponderEliminarUn buen paseo el de hoy, besos.
Gracias Pilar! Buen fin de semana!
EliminarConocí Santillana hace unos años, el pueblo de las 3 mentiras...jeje
ResponderEliminarLo que más me impresionó no fue la colegiata, en si preciosa, sino el museo de la tortura. No me esperaba eso allí para nada! Saludos
Hello Carmen,
ResponderEliminarVery good shots!! Nice to get a look around this place with their old building.
That hotel looks very well and invites for an overnight stay. Wonderful.
Many greetings,
Marco
Ya pensaba que te ibas a olvidar de lo de las tres mentiras, ja,ja. He ido varias veces, pero es uno de esos sitios que nunca cansa. Menos aún si se puede disfrutar del pueblo sin aglomeraciones. La neocueva es impresionante y por mucho que digan los expertos que se podía reabrir la original no las tengo todas conmigo.
ResponderEliminarBonito recorrido por Santillana! Nosotros si que entramos en el Museo de la Tortura. Me pareció interesante para conocer más sobre la Inquisición. Pero la verdad es que luego no he entrado en más museos de este tipo que he visto en otras ciudades, así que no puedo decir si este es imprescindible o no... por lo menos, curioso es un rato!
ResponderEliminar¡Qué maravilla las fotos de Santillana sin un alma! Cómo cambia en una temporada y otra. Ahora la que es bonita, es bonita. Muy chula la entrada Carmen.
ResponderEliminarUn saludito. ;-)
No te lo vas a creer, pero cuando Arturo y nos casamos, nos fuimos de "luna de miel" a Asturias y Cantabria, y pasamos un par de noches en Santillana, lugar al que no hemos vuelto. Me has traído muy buenos recuerdos, como el concierto de música celta que tuvimos la suerte de presenciar una noche. Y lo mejor, me has mostrado Santillana sin gente. ¿Cómo conseguiste que no haya nadie en la fotos? Yo diría que es cuestión de paciencia ;)
ResponderEliminarUna población maravillosa, con sus blasones, su colegiata y este sabor añejo. Lo que yo me pregunto es como te lo hacer para "borrar" a la gente de tus fotos... porque la verdad es que en Santillana es casi imposible la tranquilidad! Supongo que lo suyo es visitarla fuera de temporada alta.
ResponderEliminarProtección de datos: Según la nueva ley RGPD tenemos que informarte del uso que daremos a los datos personales que proporcionas. Tu e-mail será usado para enviarte las respuestas al comentario, en caso de que marques la casilla. El resto de datos (IP, país, navegador...) que recopila Blogger solo serán usados para las estadísticas internas de Blogger. Tus datos en ningún caso serán publicados ni cedidos a terceros.
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